Lunes clave en La Plata: grúas, vallados y tensión por demolición en Diagonal 77
Con grúas y maquinaria pesada, este lunes desde las 10 comienza la demolición controlada del depósito clandestino que se incendió en Diagonal 77 y 48. El operativo busca cerrar una etapa crítica y plantea nuevos interrogantes sobre responsabilidades y el futuro del predio.
La Plata se alista para la demolición del depósito incendiado en Diagonal 77, una estructura que marcó con fuego el pulso del centro comercial y residencial de la ciudad. Desde las 10 de la mañana de este lunes 28 de julio, la esquina de Diagonal 77 y 48 será el epicentro de un operativo técnico de alto riesgo que busca poner fin a días de angustia, caos urbano y una investigación judicial en curso.
El edificio, perteneciente a la firma Al Tecno S.A., ardió el pasado 16 de julio durante más de cinco horas, consumido por un incendio alimentado por electrodomésticos almacenados en condiciones irregulares. Según confirmó la Municipalidad, el depósito operaba sin habilitación vigente y había sido clausurado semanas antes del siniestro. Las pericias iniciales atribuyen el fuego a un cortocircuito, aunque la fiscalía aún investiga posibles negligencias.
El colapso parcial del inmueble dejó secuelas evidentes: calles cortadas, comercios paralizados, vecinos evacuados y un edificio contiguo de ocho pisos aún deshabitado por precaución estructural. La situación se volvió insostenible, y tras estudios realizados por especialistas de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, la Justicia autorizó su demolición urgente.
Desde este viernes, el paisaje en la zona cambió. Grúas, camiones y equipos técnicos de una empresa especializada en demoliciones, comenzaron a cercar la manzana y a planificar cada paso del operativo. Defensa Civil, Policía, Bomberos y personal municipal coordinan una acción que será supervisada minuto a minuto para evitar daños a las construcciones vecinas, especialmente al edificio aún evacuado.
El procedimiento será meticuloso: el uso de maquinaria de precisión y protocolos específicos busca garantizar una demolición controlada, sin vibraciones que puedan comprometer otras estructuras. Las autoridades aseguran que se trata de uno de los desafíos urbanos más delicados de los últimos años en la ciudad.
Mientras tanto, el barrio sigue contenido en un paréntesis: comerciantes que no pueden abrir, vecinos que no han vuelto a sus hogares y un clima de malestar por la falta de respuestas. “Que lo tiren ya, pero que también nos expliquen cómo se permitió esto”, reclamó un residente. Otros, como Juan, dueño de una ferretería en la misma cuadra, expresan su desesperación: “Esto nos hundió económicamente. No podemos esperar más”.
El operativo de este lunes será un momento bisagra. No solo cerrará un capítulo crítico para el centro de La Plata, sino que dejará planteadas preguntas aún sin resolver-
Por ahora, la ciudad respira en compás de espera, con la esperanza de que la demolición sea el primer paso hacia la reconstrucción urbana y la restitución de la normalidad.